La frase «tengo una idea espectacular, lastima que no tengo dinero para llevarla adelante…» la he escuchado mas de una vez entre aspirantes a emprendedores.
La frase es intrínsecamente falaz, por dos razones, la primera es que si el emprendedor tiene dinero, lo mejor que puede hacer es disfrutar del dinero que tiene y no llevar adelante la idea, ya que al final del camino va a descubrir que perdió el dinero y la idea.
La segunda razón y mas importante todavía es que no tiene «una idea espectacular» simplemente tiene una idea incompleta, que debe seguir trabajándola.
Toda idea debe sostenerse sobre tres columnas. La primer columna es la del cliente, esto significa que debe hacer feliz a un número considerable de personas las cuales deben estar dispuestas a pagar por la idea. La segunda columna es la de la factibilidad, esto quiere decir que la idea debe poder materializarse y tener cierto grado de robustez que le permita resistir el paso del tiempo para la que fue hecha.
Y finalmente la tercer columna, que no por ser la tercera es la menos importante, es la de los proveedores, los cuales siempre son los aliados estratégicos naturales de la idea. Los proveedores son los encargados de proveer recursos físicos, servicios y dinero al gestor de la idea.
Y al aparecer en ese análisis la palabra dinero, surge la pregunta natural, ¿de cuanto dinero estamos hablando?.
Frente a la pregunta el emprendedor palidece, y comienza a barajar números, mientras por su mente pasan el alquiler de un espacio, la compra de elementos de administración, la adquisición de maquinas, los gastos publicitarios y comunicacionales, las materias primas e insumos… y la cuenta sigue.
¿En realidad necesita realmente todo eso?
La respuesta es contundente: «NO»
Comencemos por el espacio físico, negocios que hoy cambiaron al mundo se iniciaron el el garaje de una casa, por lo tanto porque no hacer lo mismo. El garaje, el galponcito del fondo o simplemente nuestra habitación son espacios aceptables y gratuitos para llevar adelante una idea. Veamos ahora la publicidad y la comunicación. Hoy internet es un excelente proveedor de medios publicitarios y comunicacionales totalmente gratuitos. A modo de ejemplo numerosos emprendimientos viven hoy soportados sobre blogger, u otra plataforma gratuita que permite publicitar la idea y gestionar las comunicaciones sin erogar dinero. Aparecen en este momento en el análisis las maquinas; la pregunta es ¿las necesito realmente?. Hoy en el mundo la gran mayoría de las industrias están sub explotadas. Esto significa que existe una alta posibilidad de encontrar en las cercanías de nuestra base de operaciones alguna empresa que tenga las maquinas y equipos necesarios para materializar nuestra idea a muy bajo costo.
Como resultado de lo expuesto descubrimos que terminamos necesitando muchísimo menos dinero del que habíamos previsto inicialmente.
¿De donde obtenerlo?
Para ello existen tres proveedores naturales y uno artificial.
Comencemos por los naturales: el primero de ellos somos nosotros mismos y nuestro entorno familiar, padres, abuelos, tíos y hermanos pueden arrimar algo de dinero a nuestros propios ahorros para darle algo de aire a nuestro proyecto. A lo largo de mi vida he conocido numerosos emprendimientos que comenzaron de esta manera y hoy son empresas solidas y confiables. El único detalle que debemos respetar es que el dinero que nos dan es una deuda que asumimos y como tal debemos considerarla. Por lo tanto tenemos el compromiso moral de devolverlo con los intereses correspondientes en el tiempo estipulado.
El segundo proveedor natural de dinero son los proveedores de materias primas e insumos. Es habitual que se pacte con algo de plazo la compra de los materiales necesarios para materializar nuestra idea. Inicialmente los plazos y montos van a ser pequeños pero en la medida que pase el tiempo y seamos confiables a los ojos de los proveedores tanto el monto como el tiempo se ampliaran.
El tercer y mas importante proveedor natural son los propios clientes. En muchos sectores de negocio esta sobreentendido que el cliente aporte un adelanto de dinero por el producto que quiere adquirir, ejemplos típicos son las obras de construcción, las modistas, los arquitectos, y la compra de vehículos. Un caso especial es el sistema de mecenazgo donde un grupo de clientes potenciales aportan el dinero para la compra del producto que estamos ofreciendo, dinero con el cual colaboran para la puesta en marcha del emprendimiento, asumiendo que con el tiempo recibirían lo que hoy se esta ofreciendo simplemente en los papeles.
Como cierre los queda hablar del proveedor artificial. Son los bancos. Estas son entidades diseñadas en teoría para financiar empresas, aun que en la practica hoy han perdido este sentido para convertirse en organizaciones diseñadas para hacer dinero del dinero. Por lo tanto no pueden entender la esencia de nuestra idea, ni tienen los medios para ayudarnos en momentos de dificultad. Como resultado de lo expuesto es preferible mantenernos muy lejos de ellos.